Tras las huellas de los VETTONES






Dice un refrán castellano que: "Es de bien nacidos ser agradecidos". Por eso es de rigor dejar constancia de un breve viaje a tierras de Ávila, no sólo para admirar sus espectaculares murallas, sino para adentrarse en lugares casi mágicos, donde los VETTONES dejaron su huella.

Cuenta la historia que fueron los romanos quienes bautizaron a esta tierra con el nombre de Abula y Oppidum, ciudad de los vettones, de la que apenas se tienen noticias.

La Diputación Provincial de Ávila, siempre sensible con su patrimonio histórico y cultural, quiere remontarse 2.500 años atrás para dar a conocer a los que formaron parte de la familia de los celtas los cuales ocuparon gran parte de Europa, "desde las funtes del Alto Danubio hasta las Columnas de Hércules". Sus parientes más próximos eran los célticos y lusitanos, carpetanos, cretanos, vacceos...

Poco se sabía de la vida de estos pobladores peninsulares. Era la cultura megalítica el principal testimonio y poco o nada se había investigado al respecto. Lo más llamativo en esta cultura abulense son los famosos toros de Guisando, además de otros monumentos esparcidos por la Sierra de Ávila.

Ahora, la muestra que hoy se presenta en el Torreón de los Guzmanes y que es sede de la propia Diputación Provincial intenta arrojar alguna luz sobre tan desconocida cultura.

A través de una cuidada selección de objetos, se puede identificar una de las más importantes culturas prerromanas. Cultura que tuvo su máximo esplendor entre los siglos IV y II a. C.

La distribución de las piezas, un centenar, consta de nueve apartados temáticos y que hacen referencia a los protagonistas del descubrimiento; a los pobladores que antecedieron a los vettones y a datos de la vida cotidiana, económica, social y religosa.

Una fuerte emoción embarga al viajero ante la presencia de estos vestigios, pero la visita no concluye aquí. El conocimiento posterior, "in situ", de los lugares en que vivieron, donde se pueden contemplar los restos que dejaron y el paisaje que fue mudo testigo de sus hazañas, hacen de la visita algo inolvidable.

Existen varios castros hasta donde se puede acceder con facilidad como son los denominados: Las Cogotas, Ulaca, La Mesas de Miranda o el Raso. Junto a estos castros los verracos o esculturas de toros y cerdos que se erguían orgullosos y marcaban el espacio, ahora permanecen impasibles, resueltas ya las pretéritas guerras.

Fue solamente una jornada en la que la climatología no acompañó, pero se compensó con el calor de los anfitriones y con las muchas atenciones que nos dispensaron. Para rematar nos esperaba la exquisita gastronomía abulense donde no faltó la variadísima selección de embutidos de matanza, las judías de El Barco o los garbanzos de Moraña. Las patatas "revolconas" cocidas y machacadas, aderezadas con pimentón y torreznillos una delicia.

Un placer para los sentidos y el cariño sincero en el corazón.

Muy pronto saldrá a la luz otro proyecto de gran calado. "La otra ORILLA" que hace referencia al descubrimiento de América. Su responsable, comisario de la muestra, Antonio Meléndez, trabaja en las valiosas piezas que se exhibirán y que llegarán también de diferentes puntos de Ámerica.

Enhorabuena para el buen hacer de esta provincia de ÁVILA que hace méritos constantes al arrastrar ese dulce peso de la Unesco que le confirió el honor de hacerla Patrimonio de la Humanidad.

Menchu Uroz




Parece que la Primavera roza los óleos de esta artista catalana. Los roza y los aventa con suavidad cromática.

Las miradas soñadoras provocan la imaginación y la onírica cobra protagonismo.

Pese a la singularidad pictórica de Menchu, sus cuadros nos recuerdan a las obras de Antonio Pedrero o del desaparecido Torres Cavero. Esos rostros redondeados, preñados de inocencia y juventud se repiten permanentemente en los citados artistas. Coincidencias. Nada más. Extrapolaciones.

La muestra puede verse en Galería Espacio 36, hasta el 12 de abril.

FLAMENCO



Se celebra en Zamora el IX CICLO DE FLAMENCO. José Mercé abrió el cuadro en el Teatro Principal, abarrotado hasta la barrera por un público entusiasta y ávido.
Acompañado a la guitarra por Moraíto Chico, el de la melena al viento,se arrancó por bulerías, seguiíllas " "soleás", "fandangos", "fandanguillos"...y "na más" porque fueron exactamente cuarenta y ocho minutos de concierto. Tan es así que cuando dijo: "y ahora...el fin de fiesta..." pensamos que era el descanso. Nos quedamos con muchas ganas de que la cosa continuara, pero no fue así. No obstante, aunque no le dio tiempo a templar la voz como es de rigor, encandiló al auditorio y disfrutamos "der framenco der güeno" que dirían los andaluuuussses.

Muchos se estarán preguntando que qué es eso del IX Ciclo de Flamenco, en Zamora, en un lugar tan alejado de Andalucía, tan frío, tan áspero....pero, la realidad es bien otra. No se fíen.

No sabría decir por qué, pero en Zamora existe una gran afición al Cante Grande. Cada año, en Junio, en las Fiestas de San Pedro, se celebra un festival al que ya le han salido espolones. Hace no mucho se conmemoró, nada menos que el número cincuenta. 50 años de Cante Grande en Zamora, como supondréis, es por algo. Muchos de esos cantaores que se prodigan en el famoso festival de Cante Grande de las Minas han sido descubiertos en Zamora. En el flamenco, no ocurre como con los toros, que los toreros vienen a Zamora a cumplir, no, los cantaores vienen a dar el do de pecho porque aquí se exige, se les mima y se les admira.

Mañana, día a 24 le toca el turno a Aurora Vargas y su grupo flamenco, Pansequito y grupo. El sábado Chano Lobato y Nino Elias. Por desgracia, ese último día no estaré presente. Otros eventos me lo impiden. Pero os contaré en primicia. Es una sorpresa.

Conciertos de Primavera
Fundación CAJA DUERO






Mientras el agua no cesó de caer en toda la tarde y para dar la bienvenida a la Primavera, la Iglesia de San Andrés acogió a la Joven Orquesta de Cámara de la Fundación Caja Duero,al Coro de Niños y al Coro de Cámara de la Universidad de Salamanca para deleitar al público que abarrotaba el Templo con el Réquien de Fauré junto a Fantasía para viola y orquesta Op. 94 de Hummel y Sinfonía nº 29 de Mozart. En esta ocasión, dirigió Gérard Caussé, profesor del Conservatorio Superior de Música de Paris.

Fue Fauré el que hizo de su Réquiem una pieza diferente. Diferente al de Mozart, Mendelssohn, Britten o Verdi, cuyas obras, excelsas y maravillosas no son ajenas al terror de la muerte. Al Juicio Final.

Fauré, acepta la muerte en su Réquien de forma bondadosa y pacífica, como algo liberador.

Así fue expandiéndose la música por el interior del templo de San Andrés, rozando cada figura barroca, cada filigrana ornamental, acariciando el oído de un público extasiado.

A propósito de esta magistral pieza, André Maurois escribió en sus "Memorias" después de haber oído el Réquiem : "La divina música de Fauré, la lentitud hierática de las evoluciones, la solemnidad de la absolución me apaciguaron. Requiem aeternam, dona eis Domine...Réquiem aeternam...Me parecía poder estar tranquilo y que si existía otro mundo donde sobrevivía aquella a quien había amado tanto, allí estaría dichosa..."

Elya y Jóse siguen amándose allá en la pequeña Isla de Menorca mientras les rozan los ecos del Réquien de Fauré.

Todo puede suceder en unas horas. Llenarse los ojos con las formas del paisaje milenario. Con el paisaje callejero sorprendente. Mirar con embeleso una copia de Rafael y extasiarse ante una recreación real de la vida de los Vettones.

Ayer, Ávila me acogió y me llenó de cultura. Sus murallas me rodearon. Hoy, una pequeña muestra. Nada más.
Mañana será otro día.

Acuarelas- F.J.CASTRO





Una ténue luz ilumina hoy los treinta y seis metros cuadrados de la Galería.

Una luz que el artista capta del amanecer o del ocaso. Cuando las sombras ponen tintes opacos junto a las cúpulas de Venecia, sobre las fachadas góticas o sobre los rabelos bajo el Puente de San Luís en Oporto. Todo así, difuminado y preciso.

Castro, me confiesa, se siente cómodo con la acuarela. Ha descubierto que el agua forma una simbiosis perfecta con los colores y él ha aprendido a tratarla.

Un centenar de premios y nominaciones. Exposiciones individuales o colectivas. La obra de Castro recorre las salas de España y de diferentes países europeos.

El artista vive para la pintura y vive de la pintura. Pese a su juventud. Un cordobés afincado en Madrid con lazos gallegos. Un pintor sencillo y cordial.

Hoy, sus obras pueden contemplarse en esta galería zamorana hasta el 23 de MARZO.

El poder del recuerdo

Ha bastado un cuadro de Velázquez en el Blog Ibérico para que hayan aflorado los recuerdos.

Imagen antañona, fechada el uno de mayo de 1.966...

Ahí, a final de curso. Primavera en Madrid y en nuestros corazones de juventud. Con tres amigas. La de la izquierda de Toledo, las del centro hermanas. Yo a la derecha. Todas compañeras de curso. Amigas. Aquél día nos despedimos -para siempre-. No nos hemos vuelto a ver. Pero quedan los recuerdos, las aventuras, las noches de estudio, los cafés, las risas....

Total...hoy como ayer.

JESÚS VELASCO






La Galería ESPACIO 36 se ha vestido de Renacimiento. Rostros cuyo romanticismo se escapa por cada trazo de estas figuras.

Armonía.
Equilibrio.
Templanza.
Silencio.
Medida.
Suavidad.
Luz.
Pasión.
Fuerza.

Qué más...?
Cuántos adjetivos harían falta para definir tanta belleza?
Hoy, acercarse hasta Espacio 36 es recrearse en el resurgir de un Renacimiento que se quedó fijo en una época para su contemplación.
Jesús Velasco la recrea hoy con sus fantásticas obras.

Mis felicitaciones para Angel Almeida por su sabia selección.

EFEMÉRIDE

Se conmemora en España en estos días sesenta años de la implantación de las señas de identidad de los españoles. Se pasaba del salvoconducto al carnet de identidad.
Eran tiempos difíciles, tiempos de carencias y España, entonces, era bicolor. El blanco y el negro. El blanco en la ropa tendida al sol y el negro por la tristeza acumulada. El impenitente luto en la vestimenta de las mujeres y en las solapas de los hombres.

Esta muestra fotográfica se sitúa en el noroeste de la España peninsular. En pequeños pueblecitos de la provincia de Zamora, aislados y atrasados. Pero las imágenes se sucedían en cada una de las provincias españolas. El fotógrafo se limitaba a captar a las familias numerosas para lucir en la primera hoja de los flamantes Libros de Familia.

Por fortuna, este país de Sagitario luce ahora orgulloso su modernidad y su renta per cápita. Pero nosotros también nos orgullecemos de aquellos españoles que supieron inculcarnos su tesón, su renuncia y su raza.

Mi homenaje a aquéllos españoles.

Buenas noches. Boa noite.

Al anochecer








Es este Duero que me lleva
noche y día
me conduce
sin que medien las palabras

Río duradero
río de fuego
río de hielo

Es este Duero que me lleva
escarcha al amanecer
estrellas de esperanza
agua sin retorno

Río duradero
río mío
río, río, río

lloro, lloro, lloro...

río y lloro

Es este el río que me lleva
mi Duero duradero.