Thursday, March 30, 2006

Tras las huellas de los VETTONES






Dice un refrán castellano que: "Es de bien nacidos ser agradecidos". Por eso es de rigor dejar constancia de un breve viaje a tierras de Ávila, no sólo para admirar sus espectaculares murallas, sino para adentrarse en lugares casi mágicos, donde los VETTONES dejaron su huella.

Cuenta la historia que fueron los romanos quienes bautizaron a esta tierra con el nombre de Abula y Oppidum, ciudad de los vettones, de la que apenas se tienen noticias.

La Diputación Provincial de Ávila, siempre sensible con su patrimonio histórico y cultural, quiere remontarse 2.500 años atrás para dar a conocer a los que formaron parte de la familia de los celtas los cuales ocuparon gran parte de Europa, "desde las funtes del Alto Danubio hasta las Columnas de Hércules". Sus parientes más próximos eran los célticos y lusitanos, carpetanos, cretanos, vacceos...

Poco se sabía de la vida de estos pobladores peninsulares. Era la cultura megalítica el principal testimonio y poco o nada se había investigado al respecto. Lo más llamativo en esta cultura abulense son los famosos toros de Guisando, además de otros monumentos esparcidos por la Sierra de Ávila.

Ahora, la muestra que hoy se presenta en el Torreón de los Guzmanes y que es sede de la propia Diputación Provincial intenta arrojar alguna luz sobre tan desconocida cultura.

A través de una cuidada selección de objetos, se puede identificar una de las más importantes culturas prerromanas. Cultura que tuvo su máximo esplendor entre los siglos IV y II a. C.

La distribución de las piezas, un centenar, consta de nueve apartados temáticos y que hacen referencia a los protagonistas del descubrimiento; a los pobladores que antecedieron a los vettones y a datos de la vida cotidiana, económica, social y religosa.

Una fuerte emoción embarga al viajero ante la presencia de estos vestigios, pero la visita no concluye aquí. El conocimiento posterior, "in situ", de los lugares en que vivieron, donde se pueden contemplar los restos que dejaron y el paisaje que fue mudo testigo de sus hazañas, hacen de la visita algo inolvidable.

Existen varios castros hasta donde se puede acceder con facilidad como son los denominados: Las Cogotas, Ulaca, La Mesas de Miranda o el Raso. Junto a estos castros los verracos o esculturas de toros y cerdos que se erguían orgullosos y marcaban el espacio, ahora permanecen impasibles, resueltas ya las pretéritas guerras.

Fue solamente una jornada en la que la climatología no acompañó, pero se compensó con el calor de los anfitriones y con las muchas atenciones que nos dispensaron. Para rematar nos esperaba la exquisita gastronomía abulense donde no faltó la variadísima selección de embutidos de matanza, las judías de El Barco o los garbanzos de Moraña. Las patatas "revolconas" cocidas y machacadas, aderezadas con pimentón y torreznillos una delicia.

Un placer para los sentidos y el cariño sincero en el corazón.

Muy pronto saldrá a la luz otro proyecto de gran calado. "La otra ORILLA" que hace referencia al descubrimiento de América. Su responsable, comisario de la muestra, Antonio Meléndez, trabaja en las valiosas piezas que se exhibirán y que llegarán también de diferentes puntos de Ámerica.

Enhorabuena para el buen hacer de esta provincia de ÁVILA que hace méritos constantes al arrastrar ese dulce peso de la Unesco que le confirió el honor de hacerla Patrimonio de la Humanidad.

2 Comments:

Blogger Luis Amézaga said...

Va siendo hora que el departamento de turismo de la Diputación de Avila, te haga un reconocimiento, a ser posible económico, ja, ja. Un abrazo y gracias por abrirnos los ojos a la cultura que nos persigue desde el pasado.

1:14 AM  
Blogger Choninha said...

O que são vettones?

Amiga, obrigada pelo generoso convite a visitar-te. Eu também quero conhecer-te. Vamos ver como correm as coisas...
Beijo, bom fim-de-semana.

7:06 AM  

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