"CASILLA DE SALIDA "El trotar de Miguel Villarino
Trotamundo, vagabundo, peregrino, nómada. Cualquiera de estos significados caben en la obra de Miguel Villarino, Premio de Pintura BMW con la obra "De camino y los laberintos". Este artista zamorano vuelve a su tierra tras largo tiempo de peregrinaje por el mundo de su imaginación, porque si al caminar se hace camino, el pensar hace obra, hace arte. Y así ha querido presentar en la Galería Espacio 36 estas 24 obras originales que invitan al espectador a indagar en la psique del artista para intentar adivinar hasta donde le conducen sus pasos.
El trotamundo inicia su camino y al tiempo que va dejándose llevar por sus pies, sus ojos irán introduciendo en su interior imágenes, vivencias, sueños...Algunas de estas imágenes, de pronto, le han hecho recordar un sueño infantil, una conversación que mantuvo con su hermano, una clase de matemáticas en su época de estudiante, incluso, puede imaginar una escena erótica mientras, en su devenir, tropieza con el tronco de un árbol en el que aparece una prominente vulva. El trotamundo deja de ser dueño de sí mismo incluso, de su voluntad, para amasar en el subconsciente una amalgama de imágenes reales e irreales, bellas o demoníacas. Muchos artistas, a principios del siglo XX, dejaron que su imaginación se trasladara al lienzo confiriendo libertad a sus dedos para poner de moda nuevas tendencias que irían descubriendo el cubismo, el surrealismo o el dadaismo. Todo empezó a tener cabida en los espacios de arte porque, de pronto, se descubrió que el subconsciente era tan importante para el artista como el consciente.
Miguel Villarino juega con los colores y con las formas a las que apresa en perfectos cuadrados que nos recuerdan a los múltiples juegos de infancia, pero juega también con la propia dinámica del ser humano hasta hacernos descubrir que el hombre no nació para quedarse quieto sino para vagar de acá para allá desde el mismo instante de su nacimiento porque el ser humano sale del útero materno con fuerza, desplazándose desde el interior de las tinieblas hacia el exterior del ancho mundo para seguir una trayectoria que no le permitirá parar nunca más que hasta su muerte.
Una bellísima exposición que hace que se analice desde la propia psicología del que la mira dejando al margen teorías repletas de tecnicismo. Y es que mirando y observando el arte se puede llegar a conocer aspectos desconocidos hasta para el propio artista. También, observando a los demás y su obra, podemos, hasta conocernos a nosotros mismos. Misión casi imposible.
Galería Espacio 36 Zamora
Hasta el 18 de abril