El incomparable marco de la Iglesia de San Torcuato acogió esta misma tarde a la Orquesta Sinfónica de Samara para conmemorar la Festividad de los Reyes Magos, aunque con dos días de anticipación.
Su director, Mikhail Scherbakov, desde 1991, ha sabido aportar nuevas ideas musicales y mantener el alto nivel profesional de la Orquesta, que fue fundada en 1940 siendo una de las más antguas de Rusia. Precisamente, sus musicos participaron en el estreno históico de la Séptima Sinfonía de Shosthakovich en 1942, en la ciudad de Leningrado, cercada entonces por las tropas alemanas.
La música es para el alma como el pan de oro para el barroco: refulge y trasciende y hace que el espíritu ensanche.
Piezas de Mozart, (Sinfonía nª 40 en sol menor), el (Ave María) de Giulio Caccini, Rachmaninov (Vocaliz), Chaikovski,(Arioso de Oneguin de la Ópera "Eugenio Oneguin"), Franz Shubert (Sinfonia nª 8 incompleta) y Rimski-Korsakov (Fragmentos de la suite "Capricho Español", fueron las protagonistas indiscutibles.
La música, una vez más, venció a la fierecilla que todos llevamos dentro, y dentro se alojó con el mejor de los efectos.