Sunday, May 17, 2009

Ernesto Quero






Los grandes creadores de moda, cuando se les pregunta que de dónde les viene su inspiración, suelen decir que: "de la calle, de la gente de la calle", por su vestimenta, sus complementos, su peinado, por lo que transportan: mochilas, maletines, bolsos de mano, por su forma de andar.

Esas bolsas que los establecimientos entregan al cliente con su compra, es un símbolo explícito de nuestra sociedad de consumo, de nuestro devenir cotidiano. Tal vez por su normalidad no reparemos en ellas, ni en su color, ni en su forma o tamaño, ni en lo que anuncian. Al fin sólo muestran palabras, nombres fríos, siglas, a las que apenas prestamos ateción, pero que retenemos en nuestra memoria para, llegado el momento, -dicen los publicistas- extraerlas de ella como por arte de magia, para solicitar aquello que vimos no sabemos cuándo ni dónde. Esa es la táctica de los creadores publicitarios.

Los artistas plásticos, desde el comienzo de los tiempos, son también creadores de moda porque testifícan, a modo de notarios, lo que refleja la sociedad. Ernesto Quero, gran observador y de fina sensibilidad, en esta exposición, no ha hecho sino dar testimonio de una moda callejera. Nos muestra en esas bolsas que ha pintado, la imagen de cualquier calle de cualquier ciudad. Obvia al portador de las mismas porque el protagonista es la propia bolsa, el objeto de deseo.

Utilizando una técnica perfecta, acrílico sobre DM, el artista, al tiempo que muestra su modo de hacer, jugando con los colores, las formas, la luz y los volúmenes, demuestra también una gran originalidad y, me atrevería a decir, que una evidente solidaridad con un colectivo que, en estos momentos, sufre los efectos del momento. Hay que dar la cara al espejo aunque éste nos muestre los efectos de la edad.

La muestra puede verse en Galería Espacio 36 de Zamora hasta el 28 de mayo.

http://www.espacio36.net

Saturday, May 02, 2009

Luís Repiso






Entrar y salir. A través de la ventana o de la Caja de Pandora. La ilusión no deja indiferente al artista.

Los juegos infantiles, la broma, el tiempo, la vida, los frutos de la naturaleza, las diabluras...todo se manifiesta en su obra y todo ello deja un poso de nostalgia en la mirada, en esas visiones perdidas que se recuperan de cuando en vez. Ese es el milagro en la obra de Luís Repiso.

Algo roto, algo nuevo, algo transparente...

Mucha fantasía, gran técnica, puro cromatismo.

En la Galería Espacio 36 de Zamora
Hasta el 14 de Mayo
www.espacio36.net