En el Ermigage, San Petesburgo
El Museo Ermitage, antigua residencia imperial oficial entre 1763 y 1917 fue Palacio de invierno. Erigido entre 1754 y 1762 por el proyecto de Bartolomeo Francesco Rastrelli, es un ejemplo del barroco ruso. Vinculado a los más importantes acontecimientos de la historia de San Petesburgo, el museo es uno de los más ricos del mundo y se remonta a 1764 cuando el berlinés Gotzkowski propone a la corte rusa una colección compuesta por 225 cuadros, principalmente, de pintores holandeses flamencos del siglo XVII. Esta colección sirvió de base a la nueva galería de la emperatriz rusa Catalina II. Actualmente, las colecciones del museo cuentan con más de tres millones de obras de arte.
Al penetrar en su interior, la mirada se extasía ante la suntuosidad de sus estancias y corredores, ante la majestad de sus salas, ante el profuso lujo en la decoración de puertas y paredes, en el mobiliario y en las espectaculares lámparas que se distribuyen por doquier, ante la magia misma del recinto. Si bien, las obras de arte que se exhiben reclaman la atención del espectador, los ojos se distraen ante la propia belleza del Ermitage que consigue eclipsar lo que alberga en su interior.