LA CLEMENZA DI TITO

El teatro siempre nos transporta a ese mundo donde la realidad y la ficción entretejen las historias para que el espectador, al final, no sepa discernir entre lo real y lo imaginario.
Durante varios días del mes de febrero, el Teatro Real de Madrid ha llevado a escena, "La clemenza di Tito", que narra algunos de los acontecimientos y peripecias cuando gobernaba el Emperador romano Tito Flavio Vespasiano entre los años 69 y 71.
"La clemenza di Tito" trata de la última ópera de Mozart y en ella nos hablan de las traiciones a la que se vio sometido el emperador por parte de una despechada mujer, Vittelia, que a su vez era amante de Sesto a quien convencerá para que asesine al Emperador.
Ocurría esto cuando el Vesubio entra en erupción y arrasa las ciudades de Pompeia y Herculano y Tito, movido por su generosidad renuncia a un templo que se iba a erigir en su nombre para que, con el presupuesto asignado, ayudara a paliar las necesidades de los damnificados.
A medida que va transcurriendo la representación, el espectador podrá estrapolar lo que ocurría en tiempos de Tito con lo que ocurre en nuestros días, donde la traición, la intriga y los abusos de poder se extienden por cualquier tipo de sociedad. Grecia y Roma fueron cunas de civilización y de ellas han copiado las civilizaciones posteriores. El teatro es el testigo fiel de cuanto ha ocurrido a lo largo de la historia.
"La Clemenza di Tito", bellamente representada en el Teatro Real de Madrid despliega la profesionalidad de los actores, de la orquesta, de los coros,de la música y del propio espacio físico del teatro, que trasciende mucho más allá del puro espectáculo.