Wednesday, October 04, 2023

TEATRO REAL: MEDEA, de Luigi Cherubini

El Teatro Real inició su temporada operística con Medea, de Luigi Cherubini. (Florencia 1760 - París 1842) El libreto es de Francois-Benoit Hoffmann, inspirado en la tragedia homónima de Séneca. Se estrenó el 13 de marzo de 1797 en Paris, en el Teatro Feydeau. Medea, está basada en la tragedia de Euripides y esta ópera inspiró a su vez otras óperas con el mismo título. La Medea de Luigi Cherubini está poseída por los celos porque Jason, su marido la ha repudiado y ella, ciega de rabia, odio y celos se venga de su marido asesinando a sus propios hijos. Una historia turbia que nos hace recordar otras, muy recientes, que llenaron horas y meses para hablarnos de violencia vicaria. Un término que en la época que se escribió Medea no se conocía. Lo cierto es que la historia deja un muy mal sabor de boca en el espectador que, desde el inicio de la representación tiene que acostumbrarse a esa violencia incomprensible. Digamos que se levanta el telón y aparecen los niños con sus juegos. Irrumpe la madre en escena y los asesina. Este es el primero de los asesinatos que veremos pues, la escena se irá repitiendo a través de las ensoñaciones que sufre la propia Medea. Medea es perversa y mala; es hechicera y vengativa. En Medea se reúnen todos los grandes defectos que puede albergar el ser humano, pero, en ella, siendo mujer, esa condición de maldad se multiplica hasta el infinito. Y es que la historia, a través de los siglos, nos dice que una mujer debe ser toda ella útero, dispuesta a cobijar y proteger al que viene al mundo. Una mujer debe ser protectora y confortable, alguien que busca la armonía y la paz para llenarse de amor, un AMOR con mayúsculas para hacer del mundo un lugar vivible y pacífico. Ningún ser humano debería ser privado del amor de su madre cuando nace y durante los primeros años de vida. Ese amor será fundamental para hacer de ese ser humano un hombre sano y cabal, un hombre preparado para hacer el bien. Y aquí Medea rompe todas las reglas de las relaciones madres/hijos, porque ésta ha priorizado el amor desmedido (y enfermizo) que profesa a Jason, en detrimento del de sus propios hijos. Algo irreal que no se entiende y que se escapa a toda lógica, porque una madre, por salvar a sus hijos, sería capaz de matar a quienes atenten contra la vida de éstos. Estamos por tanto ante una mujer que ha asumido el rol del hombre maltratador y asesino, de esos que abundan tanto hoy, por desgracia, y se ha despojado de empatía, ternura, sensibilidad y todas esas virtudes que, por naturaleza, adornan a la mujer. Medea, por tanto, es rechazada por la sociedad, es rechazada por cualquier público en cualquier época y lugar. La puesta en escena, fría y metálica, se resuelve con un gran ascensor por donde suben y bajan los protagonistas. Algunos suben a lo más alto, mientras los otros descienden a los infiernos. Aparecen hábiles acróbatas en el escenario haciendo piruetas, dando inverosímiles vueltas sobre sí mismos. El espectador, en un principio, mostrará su asombro, pero llegará a comprender los guiños del arte y de la simbología que encierra. La ópera consta de tres actos: El primero se desarrolla en Corinto. Hay preparativos de boda entre Jason y Dirce, hija del rey Creonte. Pero ésta, sabedora de la maldad de Medea habla con sus amigas y teme por su futuro. Aparecen los argonautas y ofrecen el Vellocino de oro como regalo de bodas. Comienza la tragedia y Medea amenaza con vengarse. El segundo acto vemos cómo los niños han sido apartados por mandato de Jason, pero Medea ya ha gestado lo que va a ser su venganza: matará a Dirce y a Creonte. A lo lejos comienza el rito del casamiento de Dirce y Jason, mientras Medea, oculta para no ser vista, presencia la escena llena de odio y deseos de venganza. El acto tercero presenta a una Medea enloquecida sufriendo enormes pesadillas donde intenta asesinar a sus hijos sin éxito. Les pide a los dioses que le den fuerzas para llevar a cabo el asesinato. Lo conseguirá utilizando la mayor de las violencias. Medea hace uso de todo su poder. Corinto arde bajo un fuego abrasador y Medea vuela llevándose los cadáveres de sus hijos. Medea se representó desde el día 19 de septiembre hasta el 4 de octubre. Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real. Dirección musical: Ivor Bolton Dirección de escena: Paco Azorin Dirección del coro: José Luís Basso Los Reyes presidieron la inauguración de la temporada 2023-2024