TANGOS EN LA ASOCIACION ZAMORANA DE LA MÚSICA “BELLAS ARTES”
La
Asociación Zamorana de la Música sorprendió el pasado viernes a su habitual
público ofreciendo un concierto de tangos a cargo del grupo ART TANGO ENSAMBLE.
Este grupo está compuesto por seis músicos
y una extraordinaria pareja de baile, todos dirigidos por Joaquín Palomares, violín concertista, que
está en posesión de importantes premios nacionales e internacionales además de
haber actuado con las más prestigiosas orquestas del mundo. Su carrera
profesional, brillantísima, le hizo ocupar la Cátedra del Conservatorio de
Barcelona con 22 años. Fue también el
ganador del Primer Premio en todos los concursos nacionales y laureado en
varios internacionales y está considerado como uno de los mejores violinistas
españoles.
La
profesionalidad de este grupo, de la mano de su director, quedó más que
demostrada el pasado viernes en la sala del Centro Cultural la Marina donde los
asistentes pudieron disfrutar de la incomparable música de tango y de una pareja
de bailarines, Victoria y David, que se
desplazaban por el escenario en perfecta armonía y sincronización mientras iban
sonando: El día que me quieras, Volver,
Libertango, Las Estaciones Porteñas y así hasta culminar algo más de dos
horas que supieron a poco.
El tango
tiene algo que nos acerca a nosotros mismos porque nos descubre nuestras
fantasías, tal vez nuestros sueños, y porque es capaz de transportarnos lejos,
allende los mares, al otro lado del Atlántico. Esas dos horas de buena música
de tangos y de baile a mi me llevaron a caminar por las calles de Buenos Aires
y a dirigir la mirada a un lado y otro para ver cómo bullía la vida en la
famosa Avenida Corrientes, eje principal de la ciudad y de la vida nocturna y
bohemia. Y en esa misma avenida fue, precisamente, donde se acuñó el tango, ese
ritmo sensual y apasionado en el que los bailarines mueven sus cuerpos y sus
piernas en inverosímiles pasos mientras sus rostros casi se respiran sin tocarse.
El tango, tal y como se nos mostró el pasado viernes fue como se muestra en
muchos lugares de la ciudad de Buenos Aires sorprendiendo al viajero por el
Barrio Caminito, colorista y arrabalero, donde en cada restaurante, bar o
cafetería, se atrae al viandante con una de estas parejas que bailan tango. La
belleza acá y allá, el erotismo a pie de calle. El viernes se trasladó todo ese
ambiente al escenario de la Marina. Los ojos atónitos y el alma que se
transforma a ritmo de tango.
ART TANGO
ENSEMBLE, este extraordinario grupo, consiguió
que volviera de nuevo a la magia de Argentina, a ese Barrio Caminito, al Teatro
Colón donde pude presenciar un concierto de tangos a base de violines que
subían y bajaban como flechas llevadas por el viento mientras los mejores
artistas del país bailaban en el escenario. La imaginación, es muy poderosa, claro,
pero, créanme, no hizo falta recurrir a ella porque la realidad fue mucho más
poderosa.
Enhorabuena
a la Junta Directiva por el acierto.
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