Saturday, February 25, 2012

ANGEL CANTERO






Conocer el trabajo de Ángel Cantero en la ciudad, precisamente, donde existen 22 templos románicos, nos lleva a admirar mucho más a este artista que se ha atrevido a trasladar algunas de las piedras de esas iglesias a los cuadros que han estado expuestos en la Galería Espacio 36.

A Ángel Cantero lo enamoró el románico y lo enamoró aquel tiempo hostil y tenebroso donde las gentes se miraban casi con temor. Así nos imaginábamos aquellos remotos siglos en esta ciudad de Zamora, en las frías noches de invierno, mientras las heladas piedras guardaban las señales de los hombres que las tallaron, señas de identidad que permanecen en el tiempo y que ahora, Angel Cantero las rescata y les gace guiños para desdramatizarlas.

Una bellísima muestra hecha de amor y piedra, de formas geométricas y briznas de la suerte. Son retazos del arte que se desmenuzan mientras la mirada se desparrama sobre esos capiteles que nos hablan de la fe, que nos dicen que hubo un tiempo en que la sensibilidad, el arte y el amor por las cosas bien hechas era la razón de existir. Son retazos de la propia vida hechos en piedra que servían para impregnar el alma.
Galería Espacio 36
En Zamora Febrero 2012

Tuesday, February 21, 2012

CHAGALL EN EL MUSEO THISSEN Y FUNDACION CAJA MADRID






En el pequeño pueblecito de Vitebsk, Chagall, encontrará su principal fuente de inspiración y así la trasladará a sus cuadros donde el invierno o el verano, las labores del campo y las celebraciones festivas serán protagonistas a lo largo de su vida.Su estancia en Paris, rodeado de artistas y de la mundana actividad tan opuesta a su lugar de nacimiento contribuiría a que nunca se apartara de Vitebsk, como si a través de sus pinturas la sencilla vida de sus paisanos siguiera estrechamente unida a la del Chagall parisino.

La poesía también fue protagonista en la vida del pintor y la evocación permanente a su pueblo en sus versos cuando escribe con nostalgi: alli mi pueblo, allí sus casas apiñadas, alli el camino que conduce al cementerio... va narrando desde París lo que no le abandona y se pregunta si a su pueblo le gustarán sus versos, su homenaje permanente salido del alma.

Desde el día 14, el Museo Museo Thyssen-Bornemisza y la Fundación Caja Madrid, exhiben 150 obras procedentes de colecciones e instituciones públicas y privadas de todo el mundo donde se puede contemplar la trayectoria de uno de los artistas más importantes del siglo XX.

La estancia del artista en París le aportó conocimientos y una vida diferente que le ayudó a encontrar el lugar que le correspondía. En algunas de sus obras se observa una clara influencia cubista y muy concretamente en Picaso, al que le unió una buena amistad.

La luminosidad y el color son las notas más características en la obra de Chagall donde lo onírico se mezcla con la realidad e invita al espectador a vivir sus propios sueños.

La visita a estos dos espacios museísticos es imprescindible para los amantes del arte.

Sunday, February 12, 2012

TIEPOLO EN LA FUNDACION JUAN MARCH




Desde el día 1 de febrero hasta el 4 de marzo, diez pinturas de Tiepolo se pueden admirar en la Fundación Juan March. Las obras, procedentes de una colección privada consisten en diez cuadros de pequeño formato, diez rostros de hombres y mujeres realizadas con suma delicadeza destacando, sobre todo, una clase social en una época determinada. Las obras se realizaron en torno a 1680 durante la estancia del pintor veneciano en España. Todos los retratos guardan una gran serenidad en las expresiones de sus rostros, cuyas miradas, siempre apartadas de la del pintor, reflejan ensimismamiento o ausencia de la realidad del momento.
El grupo está compuesto por dos hombres barbados y ocho mujeres jóvenes, cuyas medidas, 50 x 60 constatan las características del tamañao que, por lo general, utilizaba el pintor. Los orígines de estos cuadros se sitúan en Cádiz para, posteriormente, tras la Guerra Civil Española pasar a sus actuales propietarios. Como se sabe, Tiepolo llega a Madrid en 1762 para pintar al fresco la bóveda del Palacio Real, pero ya no regresaría a Venecia, dados los encargos que le fueron encomendandos. Muere en Madrid en 1772.
Una bellísima exposición muy del agrado del público, tanto para los amantes de lo clásico como para los que apuestan por las corrientes más vanguardistas. El arte siempre estará en la mirada de quien lo contempla y en los sentimientos que provoca.