Wednesday, October 31, 2018

TAMARA DE LEMPICKA, Reina del Art Déco

Atrevida, elegante, rompedora, adelantada a su tiempo. Así se nos presenta Tamara de Lempicka en el Palacio Gaviria en la exposición que se inauguró el 5 del pasado octubre y que finaliza el 24 de febrero. Una época dorada, una vida de lujo que provocaba envidia entre sus conocidos. Tamara de Lempicka marcó un estilo y una estética en los años 20. Los cuadros que se exhiben en esta muestra nos dan una idea clara de lo fue esta mujer de gran sensibilidad y talento que marcaron su vida y su trayectoria profesional. Pasaba del cubismo de Picasso, en algún guiño que puede despistar al espectador, a las redondeces de Rubens. Pintaba a Reyes o prostitutas, a aquellos que la hacían vibrar. Pintaba rostros preñados de tragedia y sufrimiento con la misma maestría que pintaba mujeres u hombres elegantes cuyas vidas rezumaban poder y bienestar. Todo cabía en la mente de Tamara y los modernos tiempos que ella vivió. Son aproximadamente 200 piezas procedentes todas ellas de 40 colecciones privadas de diferentes países. En sus obras se reflejan los ambientes por los que pasó esta artista, reina del Art Déco y sus inevitables influencias pero siempre dejando claro que ella quería dejar un estilo propio y personal, un estilo único y perecedero. Tamara de Lempicka nace en Varsovia en mayo de 1898 y muere en Cuernavaca, México en marzo de 1980. Alcanzó su fama como pintora en Europa y Estados Unidos con sus retratos y desnudos de gusto Art Déco. Nació en un ambiente de lujos y abundancia. Fue educada en un ambiente femenino, influida por su abuela, su madre y su tía. Viajó por todo el mundo, aprendió idiomas y sus modales eran exquisitos. En 1918 se casa con Tadeusz Lempicki con quien se instala en París continuando sus estudios de pintura. Le interesaba recrearse en la figura humana, de ahí la profusión de sus cuadros, tanto femeninos como masculinos. Tamara fue "la primera artista mujer en ser una estrella del glamour". Influenciada por el cubismo, Lempicka fue una de las mayores representantes del estilo art déco en dos continentes, fue la artista favorita de muchas estrellas de Hollywood y además fue llamada "la baronesa con pincel". Fue la retratista más reconocida de su generación entre la "alta burguesía" y la aristocracia, pintando a duquesas, grandes duques y las altas esferas sociales. A través de su red de amistades, fue capaz de exponer sus pinturas en los salones de mayor élite del momento. LA MUESTRA SE PODRÁ VER EN EL PALACIO GAVIRIA DE MADRID, Calle Arenal 9, hasta el 24 de febrero.

Sunday, October 28, 2018

"ONLY THE SOUND REMAINS" EN EL TEATRO REAL

El hombre, desde que es consciente de sí mismo, vive inmerso entre dos sentimientos contrapuestos que ocuparán, con mayor o menor intensidad, su vida. Por un lado, se sentirá irresistiblemente atraído por lo terrenal, por el mundo de los placeres, pero también habrá una fuerza oculta que lo lleva por el camino de la espiritualidad. Esta ópera, Only the sound remains, compuesta por la finlandesa Kaija Saariaho, la que fuera ganadora en 2017 del Premio FRONTERAS DEL CONOCIMIENTO de la Fundación BBVA, nos habla del ser material, tangible, del ser mortal en suma, pero también nos habla de ese otro ser que está al otro lado, invisible pero latente. La obra plantea dos historias, una quejumbrosa, patética y angustiosa y otra repleta de esperanza y luminosidad. Aparece el joven guerrero Tsuemaisa, virtuoso del laúd al que dan muerte violentamente, pero vuelve a la tierra convertido en un alma en pena, enrrante. Un sacerdote ora en el templo mientras ofrece el laúd al altar de los caídos por la salvación de su propia alma. Sus plegarias son tan potentes que son oídas por el fantasma del joven guerrero que sufre y se desespera porque no puede arrancar del laúd las maravillosas notas que extraía en su vida terrena. Mientras, el pescador Horkuyo se dirige al mar y en el camino encuentra una capa de plumas que cuelga de la rama de un pino. La capa es del ángel que se la reclama al pescador pero éste se la niega. Entonces el ángel se lamenta con extraños lamentos. El pescador, arrepentido, se la ofrece pero le pide que antes le permita contemplar una de sus danzas. El ángel baila hasta desaparecer por el Monte Fuji y las sombras del laudista y del ángel con su capa se evaporan, cada uno a su mundo mientras nos queda el sonido como un rastro celestial. Y ese sonido se convierte en una metáfora donde la música, la danza, el arte en todas sus expresiones, es lo que nos proporciona lo terrenal para alcanzar el otro mundo, ese mundo espiritual que siempre nos plantea su existencia. El arte, sin ninguna duda, es lo que nos lleva a "lo otros". A través de Only the sound Remains vamos por ese camino. Parece que todo se confabula y confluye en un mismo destino. Esta ópera, está hipnotizando al público, como hipnotizó a todo el equipo técnico y artístico mientras trabajaban para ella. Este entusiasmo quedó patente en la rueda de prensa cuando hablaron de todo lo que había supuesto de mágico, Joan Matabosch, Ivor Bolton, Peter Sellars o los dos cantantes, también presentes. La incursión en esta ópera de la artista etíope Julie Maheretu con su trabajo creativo hacen de esta ópera algo inolvidable. Ópera en dos partes Música de Kaija Saariaho Inspirado en el Teatro NOH JAPONÉS Coro y Orquesta tituales del Teatro Real Se representa los días: 23,26,29 y 31 de octubre 5,7,9 de noviembre

Tuesday, October 02, 2018

FAUST ABRE LA NUEVA TEMPORADA DEL TEATRO REAL

Bella, provocativa, sensible, magnífica. Así se presentó en el Teatro Real, Faust, para estrenar la nueva temporada. Ni los lazos amarillos, ni los silbidos, ni los Reyes en su palco sin saber qué hacer, ni los vítores ni los aplausos restaron un ápice la belleza de la puesta en escena de esta ópera basada en aquel Fausto de Goethe que fue libro de cabecera de muchos jóvenes de mi época aunque entonces no sabíamos muy bien a qué atenernos sobre su contenido. Hoy, con el paso de los años, con la evolución social, con la versatilidad con que se atisba cuanto nos rodea, hay que saber entender este Fausto cuyo libreto de Jules Barbier y Michel Carré inquieta a un público todavía no superado el espanto que le produce lo desconocido. Podría decirse que la música de Charlles Gounod lo llena todo y ésta es lo suficientemente potente como para prescindir de todo lo demás, pero en esta ocasión, la música, como casi siempre en la Ópera, forma parte de un todo imprescindible y necesario. Faust, plantea al espectador un dilema: si el hombre debe seguir la vorágine que lo lleva a la ambición desmedida, al poder absoluto, incluso a la creación de un monstruo que lo supla o, por el contrario, a saber prescindir absolutamente de todo, introducirse en la naturaleza al estilo Thoreau en Walden hasta quedar integrado en ella. Dice Joan Matabosch que es tanta la insatisfacción de Faust por haber reprimido sus instintos y aislarse del mundo que al despertar es como un volcán en erupción. Es Mephistopheles el verdadero hacedor de Faust, el que encarna cuanto ha reprimido. La blasfemia acaricia a la virtud. Todo se va fraguando para que al final Faust se sienta perdido en su laboratorio junto a los engendros que ha ido creando a lo largo de su vida. Pero hay que prescindir del Fausto de Goethe, del Faust de Gounod y dejarnos llevar por los personajes que llenan el escenario, por esos cuerpos femeninos de prominentes senos, de tafanarios explícitos, mujeres como diosas egipcias moviéndose, insinuándose. Hay que reparar, de pronto, en una estrella de rock que viene a romper la armonía estilística pero que se acopla a la mirada del espectador. El rockero lleva pantalones pitillo, un enorme tabardo de pieles y que no es otro sino el propio Mephistopheles que ha irrumpido en la escena. Óper en cinco actos. Música de Charles Gounod (1818-1893) Libreto de Jules Barbier y Michel Carré, basado en la obra Faust et Marguerite (1850) de Michel Carré y en la obra homónima (1808) de Johann Wolfgang von Goethe Estrenada en el Théâtre Lyrique de París el 19 de marzo de 1859 Estrenada en el Teatro Real el 18 de enero de 1865 Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con De Nationale Opera & Ballet de Ámsterdam Se representa los días: 19, 20, 22, 23, 24, 27, 28, 30 de septiembre 1, 3, 4, 6, 7 de octubre