Monday, February 26, 2018

MUSEO THYSSEN: SOROLLA Y LA MODA








El mundo femenino del pintor valenciano Sorolla queda reflejado en esta muestra que el Museo Thyssen exhibe estos días, conjuntamente con las salas del Museo Sorolla. Son retratos que el pintor realizó entre los años 1890 y 1920.
Sorolla fue un artista privilegiado pues casi desde sus inicios fue requerido por las familias más influyentes y con mayor poder económico para encargarle sus trabajos. Su esposa Clotilde, una mujer de gran belleza y elegancia le sirvió como musa y la pintó en numerosas ocasiones vestida con hermosos vestidos y complementos. Estas obras le servirían a Sorolla como carta de presentación para atraer a una clientela que las podrá ver tanto en sus exposiciones como en su casa taller.
Sorolla además de gran artista, o tal vez por serlo, estaba siempre atento a la moda, a los diferentes cambios sociales. Así cuando pintaba trajes abundaba en detalles minuciosos, atendiendo a los bordados, a los pliegues, al tejido; detalles que captaba a la perfección. Lo mismo que ocurría con las joyas, con las plumas de los sombreros, con cualquier objeto o complemento. Sin duda, Sorolla tenía una gran sensibilidad.
Pronto se acostumbraría a frecuentar los ambientes más selectos pues sus trabajos eran requeridos, tanto por la burguesía y aristocracia como por la propia realeza española. Prueba de ello son los retratos que se muestran en la exposición del Rey Alfonso XIII o de la Reina Victoria Eugenia. 
Parece que se sintió muy bien tratado en estos ambientes pues lo deja escrito, incluso, en un fragmento de una carta que escribe a su esposa. También, en sus viajes a los Estados Unidos pintó a diferentes personalidades norteamericanas y como consecuencia supo captar aspectos de la sociedad americana porque tenía la habilidad de ver, no sólo lo que se le mostraba sino el alma de los personajes.
Otro aspecto destacado de su pintura es el mar, las olas, la luz, los vestidos ligeros que hay que vestir en tiempo de estío cuando la luz es tan intensa que todo lo destaca. Un maestro de los reflejos del agua sobre los cuerpos, de la luz sobre la espuma de las olas. 

Y al lado de estos retratos, vestidos de aquella época, la mayoría femeninos y algunos de hombre, conservados perfectamente. Los tules, las gasas, los brocados, los bordados. Los zapatos a juego, los sombreros, joyas. Una colección recopilada de diferentes museos como el de Artes Decorativas de Paris, el Museo del Traje de Madrid, el Museo del Ejército o del Museo de Londres. Todos ellos de gran belleza y elegancia.

La muestra se podrá ver hasta el 27 de mayo.

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