Monday, June 26, 2017

MADAMA BUTTERFLY EN EL TEATRO REAL DE MADRID






Todas las obras operísticas requieren un pequeño repaso por la vida del compositor. Por eso, esta obra maestra de Puccini, Madama Butterfly, merece que nos detengamos, brevemente, en la vida de este hombre atribulado que nos dejó tan importantes óperas.

Podría decirse que Giacomo Puccini no fue un hombre feliz. Su excesiva sensibilidad chocaba con personas vacías y frías. Él veía más allá de lo aparente porque tenía un alma exquisita, circunstancia que quienes le rodeaban no lo veían, ni siquiera lo intuían, por tanto se le consideraba un hombre raro e incomprensible para los demás. Se afanaba en buscar la felicidad que él sabía existía.

Puccini, aunque fue mujeriego en su juventud,  fue fiel a sus principios, a su esposa, aunque a veces tuvo motivos para dejar de serlo. El hecho de ser italiano le obligaba a la fidelidad. Fue un hombre bueno. Estaba arraigado en él, el deber al hogar y a  las tradiciones, por eso tenía horror al escándalo. Puccini no fue un hombre feliz. Le faltó valentía para hacer otra vida fuera del hogar en un momento en el que lo deseaba vivamente. Los prejuicios jugaron un papel muy importante en su vida. No quiso romper los lazos que lo ataban a su matrimonio pese a que ya estaba roto. El que su mujer no supiera ver todo el arte y la luz  que irradiaban en él le entristecía. Buscaba un ideal y fracasó. Murió triste y sin encontrar aquello que tanto anheló en vida. Su música, pese a todo lo que pueda parecer, no se lo dio todo. Su esposa lo comprendió cuando ya no lo tuvo con ella viendo su obra inacabada en una representación teatral. Y escuchando con los ojos cerrados, ya sola, supo ver cuánta belleza escondía en cada una de aquellas notas musicales. Muchas lágrimas silenciosas rodaron por sus mejillas presenciando aquella obra y cuantos remordimientos al comprender que no dio nada a su marido cuando él dio tanto. Quizás fuera el único homenaje que rindió a su marido.


Todas las heroínas de sus obras son como él mismo: inseguras, vulnerables, sufren de soledad y melancolía y enferman de amor. Basta echar un vistazo a sus personajes femeninos. Sus grandes mujeres son personajes inolvidables, muy frágiles, pero nunca sumisas.

Llega en estos días Madama Butterfly al Teatro Real de Madrid, una de las obras más conocidas del compositor italiano y una de las más demandadas por el público además de ser una de las favoritas del propio autor.

Una apasionante historia de  amor entre una japonesa y un teniente de la armada norteamericana para mezclar costumbres y ritos, casi siempre mal vistos por la estricta sociedad japonesa. La historia se desarrolla en Nagasaki, pero pronto el teniente tiene que partir dejando a Butterfly sola con su doncella Suzuki. Pasan tres largos años antes de que la joven esposa sepa del regreso de su marido. Su felicidad es infinita, engalana la casa y se viste con su traje nupcial. Todo está preparado para mostrar a su esposo el hijo que han concebido, pero cuando llega, su tristeza no tiene fin. Su esposo se ha casado con una norteamericana y regresa para llevarse al hijo de ambos.

Butterfly ya no encuentra motivo para seguir viviendo y se quita la vida en medio de una música que lo invade todo.

Madama Butterfly, cumple 110 años desde que se estrenó en Madrid y podrá verse de forma gratuita en numerosos auditorios y centros culturales de toda España. Serán dieciséis funciones de esta obra maestra desde el 27 de junio hasta el 21 de julio y con ésta se cierra la temporada 2016-2017 del Teatro Real.

Paralela al este estreno, el Museo Thyssen-Bornemisza ha preparado la exposición denominada Madama Butterfly y la atracción por Japón, con acceso libre a la sala

Fechas de representación: 27,28,30 de junio, 1,3,4,6,7,9,12,13,15,16,19,20,21 julio.
Ficha artística:
Director Musical: Marco Armillato
Director de escena: Mario Ga
Escenógrafo: Ezio Frigerio
Figurinista: Franca Squarcipiano
Iluminador: Vinicio Cheli
Director del coro: André Máspero

Tragedia japonesa en tres actos
Libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Iliaca



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