Alfonso Cuñado en Galeria 36. ZAMORA
Podríamos asegurar que Alfonso Cuñado, a través de esta exposición, nos muestra la vida social y cotidiana, el paisaje por donde pululan hombres y mujeres en diferentes situaciones, de gran actividad o de ocio; de creación o de ensoñación. Todo cabe en la obra de este artista empeñado en llevarnos a un otoño intemporal porque todo nos evoca esa estación del año. O es lo que queremos creer. Podemos llevar la mirada a través de la pintura deteniéndonos ante las aguas que fluyen bajo un puente de piedra vigilado por la Colegiata de Toro y sentir la humedad del río en nuestra piel. Pero sigamos el ritmo de la exposición y emocionémonos con los acordes del violonchelo interpretado por unas manos femeninas. Concentrémonos en la imagen y sintamos lo que vive la concertista en ese instante. Alfonso Cuñado se vale de tonos ocres, dorados, se vale de las esencias del ocaso cuando el día fatigado ha cumplido su misión y cubre con su escasa luz los objetos, las calles, los interiores de los salones. Un trabajo laborioso, meticuloso. Poco importan las pinceladas, más o menos rápidas, la técnica empleada, o el soporte; si es tela, tabla, o cartón. Importa, sobre todo, el momento en que el observador contempla la obra y es capaz de comunicarse con el artista porque éste ha conseguido cierta trascendencia en su obra. Se intuyen muchas horas de estudio y meticulosidad, mucho tiempo de abstracción, tal vez soñando, hasta decidir la composición de un cuadro. La pintura de Cuñado deja en el espectador una sensación de paz y de reposo, acaso de tibieza, mientras los ojos van saltando de cuadro en cuadro para descubrir el gusto del pintor por la música, por la danza, por la lectura; temas recurrentes, sí. Sin embargo, este artista lo convierte en algo único y personal. Los reflejos en el agua y los reflejos de luz que apreciamos en su obra nos hacen pensar en la personalidad de este artista que se nos antoja misteriosa y al mismo tiempo nítida. Habrá quien crea que el día concluye mirando el cuadro de la Gran Vía Madrileña. Otros creerán que empieza. GALERIA ESPACIO 36 www.espacio36net Hasta el 14 de novimbre Zamora
1 Comments:
Siempre me sorprende y me alegra ver la percepción que tiene el observador de mi pintura, sobre todo si se trata de gente sensible al Arte, como parece ser el caso. También es de agradecer ver lo bien que escribe, algo que hoy en día se echa de menos. Muchas gracias Concha Pelayo. Alfonso Cuñado
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