LOS TESOROS DE LA HISPANIC SOCIETY OF AMERICA EN EL PRADO
Desde muy temprana edad, Archer Milton
Huntington, filántropo coleccionista, se sintió irresistiblemente atraído por todo
lo que tenía que ver con la cultura española lo que le llevaría a la
adquisición de libros y todo
tipo de objetos decorativos como cuadros,
porcelanas, tapices. Obras de arte en general. No escatimó conocimientos ni
recursos ante la fascinación que sentía por el arte hispano hasta que en1908
se presentó al público, en su sede de
Manhattan, la Hispanic Society of America, una institución única nacida gracias
al amor desmesurado y a la visión particular de un amante del arte y la
literatura española y de lo que, en el
futuro iba a suponer en el contexto
de la cultura europea, americana y estadounidense.
Cien años después, el Museo del Prado
exhibe en sus salas más de 200 piezas seleccionadas de entre lo mejor de sus
fondos. La elección de este espacio, el Prado no es casual. Siendo muy joven
Archer Milton Huntington visitando el Museo del Prado se sintió asombrado y
conmovido ante la magnitud de lo que vio. Su visión de entonces sobre el arte y
el arte hispano en particular no dejó de ser acertada.
Detrás de esta muestra hay un
exhaustivo trabajo de restauración y estudios profundos tanto por parte de la Hispanic Society como por
parte del propio Museo del Prado. También han sumado esfuerzos otras
instituciones como el Metropolitan Museum of Art de Nueva York así como expertos
de proyección internacional que han prestado su apoyo en el estudio e
investigación de las obras.
El esfuerzo de instituciones como la
Fundación BBVA, la Hispanic Society y el Prado son más que evidentes y no resta
sino agradecer tanto empeño para que miles de españoles y extranjeros ávidos de
arte hayan podido contemplar esta extraordinaria exposición.
La muestra sigue una visión cronológica
en el tiempo que pasa por la Antigüedad en España, La España medieval, El siglo
de Oro, La América Virreinal, Fin del Antiguo Régimen, España Moderna y finaliza
con una Galería de Retratos.
La Antigüedad en España comprende la
cultura campaniforme donde descubrimos piezas que nos son familiares como por
ejemplo los torques de plata y oro, brazaletes espiraliformes procedentes de
Palencia y muy similares a las piezas encontradas hace algunos años en
Arrabalde en la provincia de Zamora. Todas estas piezas se hallan en el Museo
de Zamora y se las conoce como “El tesoro de Arrabalde”. Las cazuelas
campaniformes del 2400-1900 AC proceden de Carmona, Sevilla y pertenecientes a
la Society. También vemos lucernas, bustos, pareja de trullae, incluso la
cabeza de medusa pieza bellísima elaborada con primor y que sorprende por su
estado de conservación.
La España Medieval nos muestra un bote
(pixede) cuya contemplación nos hace pensar, otra vez, en el famoso bote de Zamora, una de las piezas
más importantes que se expuso durante las Edades del Hombre en Zamora. El bote
que hoy se muestra en el Museo del Prado
procede de Medinat-al-Zahra. Está realizado en marfil y plata dorada cincelada
y mielada. Un objeto de máximo lujo que se producía para la corte de los
califas omeyas de Córdoba y representa la cumbre del arte islámico en la
Península Ibérica. Los motivos decorativos son metafóricos y representan la
fertilidad, la prosperad o el erotismo. También hay otras piezas como aldabas o
cierres de baúles, auténticas filigranas trabajadas en hierro.
El siglo de Oro. En este punto de la
exposición, las holografías tienen un gran protagonismo por su valor histórico
como por ejemplo las instrucciones que Carlos V da a su hijo Felipe, o el
Decreto firmado por “Carolus” por el que se incrementa la pensión anual de
Tizziano. Vemos un retrato magnífico de
Fernando Álvarez de Toledo, tercer Duque de Alba obra del pintor Antonio Moro y
a Juana de Austria, en un pequeño óleo pintado sobre madera de raíz de nogal,de
autor anónimo. Jarrones, copas, collares
con esmaltes y piedras preciosas junto a obras de Velázquez, Zurbarán, Pedro de
Mena y otros, completan esta sección.
América Virreinal. Aquí
descubrimos el mapamundi de Giovanni Vespucci, una de las cartas más asombrosas
de la era de los descubrimientos.Vespucci fue piloto mayor de la Casa de la
Contratación de Sevilla. Este mapamundi es una copia decorada del Padrón Real y
fue un regalo para Carlos V. El recorrido nos lleva a un Santiago Matamoros
realizado por un anónimo mexicano trabajado en relieve de madera policromada.
También un San Sebastián de Alonso Vázquez con sólo cuatro flechas atravesando
su cuerpo. Porcelanas, lámparas de altar, orzas entre otras valiosas piezas completan la sección.
Destacar por su extrañeza, las cuatro figuras en madera policromada que
representan a la muerte, un alma en el purgatorio, un alma en el infierno y un
alma en el cielo. Sus expresiones delatan la situación de cada una de ellas.
Fin del Antiguo Régimen El
protagonismo de este apartado es para la Real Fábrica de Alcora que realizó
numerosas piezas de loza vidriada con escenas de caza o de batallas, todas
ellas piezas de gran valor artístico. Fueron muchos los ceramistas contratados
por Felipe V los encargados de dejar este valioso legado. Precisamente, esta colección de
cerámica del siglo XVIII de la Hispanic Society, incluye casi un centenar de
obras de la Real Fábrica de Alcora como por ejemplo la placa con la escena de
“La tentación de San Antonio” o un plato
con figuras chinescas y también una original petaca con forma humana. Todo ello
forma parte de la colección de piezas que hemos podido contemplar en esta
sección, sin pasar por alto el magnífico retrato de cuerpo entero de la Duquesa
de Alba, pintado por Goya.
La España moderna. Aquí
la exposición se detiene en una España paisajística: el campo, el horizonte,
puentes, montes, cielos preñados de tormenta. Martín Rico y otros importantes
artistas como Santiago Rusiñol, nos llevan a diferentes escenas de la España de
entonces. Precisamente, Santiago Rusiñol realizó un “Calvario en Sagunto a la
caída de la tarde”. Una pintura de atardecer donde el ocaso deja filtrar la luz
solar a través de los cipreses que sobresalen de las blancas tapias del
camposanto. Un cuadro bellísimo que nos hace detener para sentir la perfección
del arte. También destacan escenas flamencas de Zuloaga o los Flagelantes, un
espectacular crucificado entre personas dolientes y ensangrentadas. Bella esta
parte de la muestra.
Y por último, una Galería de retratos realizados por Sorolla, Rivera,
Madrazo, Pinazo y otros muchos e importantes artistas de la época que llevaron
a sus lienzos, para la posteridad a una campechana Emilia Pardo Bazán, a
Marcelino Menéndez Pidal, a Echegaray o Pío Baroja, incluso al verdadero
protagonista de la Hispanic Society, al propio
Archer Milton Huntington realizado por José María López Mezquita.
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