EL GALLO DE ORO de Rimski Kórsakov en el Teatro Real
La fábula de Pushkin, "El gallo de oro", nos conduce a través de esta ópera, a analizar, desde una crítica ácida, las actitudes que merecen todos, o casi todos, los gobiernos desde la Antigua Grecia hasta nuestros días. Así, esta nueva producción que se estrena en el Teatro Real de Madrid, junto a la música de Rimski Kórsakov, se convierte en una ópera donde la parodia deja en evidencia y ridiculiza al Poder.
Comienza el I Acto cuando el Zar Dodón se reúne con el Gobernador Militar Polkán y sus dos hijos Afrón y Guidón para comunicarles que necesita descansar de los múltiples ataques de sus enemigos. Sus hijos le proponen que aleje a las tropas de sus fronteras, o bien que lleve a los soldados al combate un mes antes, para que el enemigo cese las hostilidades. El Gobernador Polkán se burla de esta idea porque el enemigo, cerca de las murallas, sería mucho más peligroso todavía. Sin embargo, su sugerencia no es escuchada y además es censurado.
El Zar y los boyardos se sienten desamparados ante una falta de estrategia segura para ver el futuro de los "garbanzos y de los posos del café". Se desencadena una pelea que es interrumpida por el astrólogo que introduce en la sala un gallo de oro. A partir de ese momento el Gallo, con su canto, avisará de cualquier acción del enemigo. El Zar Dodón se encuentra feliz ante esta solución y el gallo se compromete a cumplir cualquier deseo. El astrólogo, ante las palabras del Zar, toma nota, pero no formula ningún deseo. Entonces el Zar se queda a solas con el ama de llaves Amelfa que le sirve exquisitas golosinas y le prepara la cama para que descanse. Mientras Dodón se relaja juega con un papagayo hasta sumirse en un dulce sueño. De pronto, el gallo avisa: "El enemigo ataca". Mientras, Dodón sigue dormido y sueña con una bella mujer. Vuelve el gallo por segunda vez a interrumpir sus sueños mientras el ejército, para entonces, ya sufre importantes pérdidas. Al fin, Dodón reacciona y se pone en camino junto a los veteranos para el combate mientras es aclamado por su pueblo.
Comienza el I Acto cuando el Zar Dodón se reúne con el Gobernador Militar Polkán y sus dos hijos Afrón y Guidón para comunicarles que necesita descansar de los múltiples ataques de sus enemigos. Sus hijos le proponen que aleje a las tropas de sus fronteras, o bien que lleve a los soldados al combate un mes antes, para que el enemigo cese las hostilidades. El Gobernador Polkán se burla de esta idea porque el enemigo, cerca de las murallas, sería mucho más peligroso todavía. Sin embargo, su sugerencia no es escuchada y además es censurado.
El Zar y los boyardos se sienten desamparados ante una falta de estrategia segura para ver el futuro de los "garbanzos y de los posos del café". Se desencadena una pelea que es interrumpida por el astrólogo que introduce en la sala un gallo de oro. A partir de ese momento el Gallo, con su canto, avisará de cualquier acción del enemigo. El Zar Dodón se encuentra feliz ante esta solución y el gallo se compromete a cumplir cualquier deseo. El astrólogo, ante las palabras del Zar, toma nota, pero no formula ningún deseo. Entonces el Zar se queda a solas con el ama de llaves Amelfa que le sirve exquisitas golosinas y le prepara la cama para que descanse. Mientras Dodón se relaja juega con un papagayo hasta sumirse en un dulce sueño. De pronto, el gallo avisa: "El enemigo ataca". Mientras, Dodón sigue dormido y sueña con una bella mujer. Vuelve el gallo por segunda vez a interrumpir sus sueños mientras el ejército, para entonces, ya sufre importantes pérdidas. Al fin, Dodón reacciona y se pone en camino junto a los veteranos para el combate mientras es aclamado por su pueblo.
Ya en el campo de batalla, e inmersos en el II Acto, Dodón descubre los cadáveres de sus dos hijos. Jura vengarlos. Al amanecer, Dodón descubre a la zarina de Shemajá que está saludando al sol. Ésta le confiesa a Dodón que ha empujado a sus dos zaravích a pelear por ella disputándose su belleza, con la pérfida intención de conseguir el reino de Dodón. Pese a esta confesión, Dodón sigue fascinado por la zarina y echa a Polkán que se ha atrevido a retozar con ella. La zarina entona un canto oriental y hace que Dodón baile hasta la extenuación. Dodón, ya rendido, promete a la zarina su imperio y la cabeza de Polkán. Ella acepta y todos marchan en dirección a Palacio.
El III Acto nos sitúa en las inmediaciones de palacio mientras una gran tormenta atenúa los ánimos del pueblo. Se espera con inquietud y júbilo el cortejo nupcial. Amelfa aparece en el pórtico y todos corren a interrogarla. El ama de llaves cuenta que el Zar ha vencido a lo reyes de corazones, picas, tréboles y diamantes y también ha salvado a la zarina del Monstruo.
El Gallo de Oro, es la última de las quince óperas de Rimski Kórsakof, afectado en esos momentos por la guerra que emprendió Rusia contra Japón en 1904 donde hubo miles de muertos, por la represión, la corrupción del zarismo y la abortada revolución de 1905. Apoyó decididamente las manifestaciones estudiantiles, hecho que lo privó de su cátedra en el conservatorio de San Petesburgo y provocó también tensiones con sus compañeros compositores.
Una bella ópera llena de colorido e imaginación muy del agrado del público, cada vez más inteligente y comprometido.
Se ofrecerán 9 funciones entre los días 25 de mayo y 9 de junio.
"El gallo de oro" se estrenó con gran éxito en el Teatro de La Monnaie el pasado diciembre.
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