Cueva y abismo
El miedo nos hace, o refugiarnos en el más escondido refugio o lanzarnos al abismo.
Me pregunto qué sentía yo, allí, en el interior de aquella morada pétrea mientras en el exterior sólo el aleteo de los buitres, rapiñas voraces al acecho.
Me pregunto también, qué sentía yo cuando, desde el Punte de Pino miraba aquéllas canoas solitarias, en medio del paisaje más solitario todavía.
Somos contradictorios. Sentimos la soledad pegada a nuestra piel y la procuramos más todavía.
El hombre de hoy necesita más sosiego que nunca, necesita comunicarse con el pastor que no tiene más compañía que el propio rebaño que vigila.
En esa cueva, hubo un tiempo en que se refugiaban más de doscientas ovejas.
Por ese tramo del río Duero, apenas lo transitan algunos intrépidos aventureros, como los ocupantes de las canoas.
Desde lo alto del puente, una piedra tarda en llegar al agua unos 40 segundos.
Atrae conversar con el pastor. Se divisaba a lo lejos, con su rebaño.
Lo dijo Unamuno: "voy a caminar, voy a hablar de filosofía con el pastor".
5 Comments:
a Concha escondida entre as pedras. mostra-te mulher. és tão bonita como os textos que escreves.
um abraço
graziela
Gracias amiga mía. Un abrazo.
Gracias por la visita a mi Banco de Jardín.
Las fotos están deslumbrantes!!! gusté mucho.
Perdona mi español, voy a intentar mejorar.
Beso Vagabundo
Sim, de alguma coisa que conheço, é assim. E Unamuno vem mesmo a propósito, um pensador amigo de Portugal e tão mal conhecido aqui. E tão importante.
Gracias a los dos. Por suerte, tenemos en Zamora, gran amigo, a su nieto, de nombre igual que él Migue Unamuno. Un encanto, para más señas.
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