Thursday, November 17, 2005




Hoy necesitaba una imagen tierna, familiar y bucólica.
Pedí permiso a mis hermanas para volver a ponerlas en mi post. Me lo concedieron. Mi hija, más severa, me obligó a quitar la fotografía.

Hoy quiero verlas aquí porque viven fuera y me gusta mirarlas de vez en cuando en medio de la penumbra y el sosiego. Me gusta recordar aquella tarde de verano, aquél paraje que circundaba la casa. Recordar el calor y las conversaciones. También los diferentes puntos de vista. Las risas...las risas...

Pronto será otro verano y volveremos a estar juntas.

Hoy me siento un poco triste. Se ha muerto un gran amigo. Tenía 97 años pletóricos de inteligencia, de sabiduría, de juicios atinados. Por suerte tengo grandes amigos muy longevos. He aprendido mucho de ellos. Se van marchando poco a poco...La vida.

La imagen de mis hermanas me alivia y me llena los ojos de agua.

6 Comments:

Blogger *vane* said...

es inevitable recordar... más a las personas que amamos.
Pasaba por tu blog... y me dio nostalgia... Mi hermano también vive "lejos" de mi, en otra ciudad... y es increible cuanto lo extraño...siendo que solo nos separan tres horas.
Cuidate...

5:20 PM  
Blogger Perni said...

gracias por tu visita a mi blog y por supuesto por tu comment!

Me gusto tu blog... voy a pasar mas seguido a leer un poco!

7:09 PM  
Blogger Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) said...

Los hermanos, cuando se tienen, son los eslabones perfectos que nos unen a las raíces. Aunque nos enfademos, aunque discutamos, hay que volver siempre a esa cadena.
Vane, Perni, sois muy maduros los dos. Ah, y me encanta que seais españoles. Un beso.

1:36 AM  
Blogger Choninha said...

Lamento pelo teu amigo. É muito triste perder quem se ama. Infelizmente também já passei por esse sentimento de perca e impotência. Para suportar a dor da falta que me fazem imagino-os a velar-me, a tomar silenciosamente conta de mim... Mas custa tanto!

Beijo amigo

7:26 AM  
Blogger Dinamene said...

Mui cara Concha, diante da morte curvo-me sempre, mas, desculpa, a minha costela africana lembra-me as celebrações que vi, diferentes, em que se comia, bebia e dançava, porque sempre permanecemos, de muitas maneiras. Procurava animar-te... um abraço forte.

11:21 AM  
Blogger Concha Pelayo/ AICA (de la Asociación Internacional de Críticos de Arte) said...

La muerte nos acompaña de por vida. Morimos a cada instante. La muerte camina al unísono que la vida y debemos familiarizarnos con ella.
A mí me gustaría que, como en otras latitudes, se pudieran hacer fiestas de la muerte. Sería mucho más llevadera. Pero en Occidente vivimos demasiado apegados a la tierra.

12:11 PM  

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