PETER GRIMES, Nueva ópera en el Teatro Real

La tragedia se cierne sobre un pueblo costero en Inglaterra. El mar está embravecido y se avecina una gran tormenta. Los habitantes del pueblo viven inmersos en una sociedad pacata, llena de prejuicios. Todos se conocen; se aman y odian al mismo tiempo. Sus vidas son duras y miserables, siempre a merced del mar y de la pesca. La tormenta va arrasando puentes, carreteras; el agua se introduce en las calles y todos van a refugiarse a la taberna donde está el reverendo y dos mujeres jóvenes y atractivas, "sus sobrinas".También Bob Boles, un pescador metodista y el alcalde. Peter Grimes, un jover huraño y solitario, se prepara para el juicio donde tendrá que demostrar que él no fue el culpable de la muerte de su aprendiz mientras faenaban en el mar. Ocurrió un percance y tuvieron que permanencer durante tres días en el barco, sin agua dulce, por lo que el muchacho murió de sed. Grimes consigue llegar a la orilla y es auxiliado por la maestra del pueblo y el abogado Swallow. Gracias a ellos consigue demostrar su inocencia. A la taberna van llegando los pescadores y gente del pueblo. A medida que van entrando se oye ulular el viento y las embestidas del mar se sienten próximas. Peter Grimes es aconsejado para que deje el pueblo debido a su mala reputación pero su ilusión es bregar con el mar para hacerse rico; comprarse una casa y casarse con la mujer de la que está enamorado. En síntesis, éste sería el argumento, mientras el público disfruta de un espléndido montaje y de la música bajo la dirección de Ivor Bolton, un director que sabe conectar con el espectador porque vive cada momento. Hay que destacar la interpretación de Allan Clayton en el papel de Peter Grimes, su fuerza arrolladora, su agilidad y su preparación física y mental para interpretar a un personaje tan complejo. Espléndidas todas las mujeres, cada cual en su papel. La "sobrinas" coquetas, atrevidas, contrastaban, con sus atuendos, con los que utilizan el resto de mujeres: pueblerinas todas, burdas y carentes de todo atractivo. Hay escenas atrevidas, donde el erotismo pone una nota de alegría en el drama que viven. Una historia, en definitiva, dramática y atrayente para el espectador que busca de manera inconsciente, la complacencia en el atavismo más puro. -Condición humana- Obra: Benjamin Briten Un prólogo y tres actos Nueva producción del Teatro Real en coproducción con la Royal Opera House de Londres, la de París y el Teatro de la ópera de Roma. Director Musical: Ivor Bolton Directora de Escena. Deborah Warner Director del Coro: Andrés Máspero En el papel de Peter GRIMES: Allan Clayton En el papel de Ellen Orford: María Bengtsson Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real Duración aproximada: 3 horas y 18 minutos