Tristán e Isolada en el Teatro Real: "La naturaleza espiritual del amor humano"

El Teatro Real de Madrid estrena Tristán e Isolda, una nueva producción que llega al público el día 12 de este mismo mes. Serán ocho representaciones entre los días 12, 16, 19, 23, 27, 31 de enero 4, 8 de febrero. El día 23 será retransmitida en directo por Radio Clasica de Radio Nacional de España.

El pasado día 9 tuvo lugar el ensayo general tras la presentación a los medios de difusión en el propio teatro ese mismo día. En la misma estuvieron presente Peter Sellars, Director de Escena, Bill Viola, videoartista, Marc Piollet, Director musical y Kira Perov, Productora ejecutiva quienes manifestaron sus impresiones sobre la obra y todo lo que el trabajo ha supuesto para cada uno de ellos. Peter Sallars, como siempre manifestó su satisfacción por todo lo que ha vivido porque Tristán e Isolda "es un proyecto de vida"una obra cambiante donde ha compartido un trabajo de diez años y donde se ha encontrado con dos cantantes comprometidos como los personajes deTristán e Isolda a los que más que actores se le puede considerar artistas. Se diría que "la historia de la música ha cambiado a partir de esta ópera. Hay un perfecto maridaje entre música y cantantes."

Para Marc Piollet trabajar en esta ópera ha sido el mejor regalo porque el trabajo se ha superado a sí mismo. La música, una constante de melodía infinita que pasa de la oscuridad a la luz.

Bill Viola se siente muy orgulloso de participar en un proyecto donde la imagen, como la vida misma está en constante movimiento y comprobar que esta historia de Tristán e Isolda, intemporal, sale del corazón, como el agua brota de las profundidades de la tierra. Así entiende él esta tragedia, como algo que se vive con ensimismamiento y a la que hay que entregarse a ella sin condiciones. Hay que acudir a la mística y a su filosofía como a San Juan de la Cruz porque el sufrimiento para el alma es bálsamo redentor que purifica. Sólo el que ha sufrido desde lo más profundo del alma será capaz de entender.

La ópera se compone de tres actos que se prolongan a lo largo de cinco horas y donde la música llena, no sólo el teatro, sino el alma del espectador tal es la fuerza de su naturaleza. Una decoración inexistente llenando el escenario los actores y sus voces desgarradas que se complementaban con imágenes bellísimas y con tanta elocuencia que conformaban en todo momento una perfecta simbiosis con la orquesta. Momentos sublimes cuando todos los instrumentos de la orquesta interpretaron al unísono.

El Acto I representa el tema de la Purificación. Hay que purificarse para morir y renacer de uno mismo. Los amantes desean la muerte porque necesitan sumergirse en ese mundo inmaterial tan necesario.

El Acto II hace referencia al despertar, a liberarse a través de la luz purificadora del  amor, a su forma más espiritual, a aquella a la que se referían los místicos.

El Acto III alude a la disolución de uno mismo durante la agonía, al momento inevitable de la desintegración de los elementos físicos con la conciencia.

Cada espectador saldrá con una percepción diferente como diferente es su percepción sobre la mística ya que unos la vivirán desde dentro y otros apenas dejarán que les roce la piel.

Teatro Real de Madrid
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