Claudio Rodríguez, lo local y lo universal
Se han celebrado en Zamora las III Jornadas sobre el insigne poeta zamorano, Claudio Rodríguez. A la cita no faltaron amigos, paisanos, poetas e intelectuales locales. Tampoco faltaron, como cabía esperar, los especialistas en la obra de Claudio invitados a las jonadas como: Francisco Brines, Dionisio Cañas, Chantal Maillard, Jaime Siles o Tomás Sánchez Santiago, entre otros.
Hubo momentos de gran emoción como en la intervención de Chantal Maillard que, mientras recitaba sus propios versos, se le estranguló la voz y calló momentáneamente, para volver, una vez recuperada de la carga sentimental que la dominaba.
Memorable la intervención de Dionisio Cañas, quién no sólo nos obsequió con sus palabras sino con imágenes inéditas de cuando Claudio y su esposa pasaron unos días en Nueva York y disfrutó de aquélla estancia en la ciudad de los rascacielos con la pareja.
Cada cual fue desmenuzando, casi verso a verso, las particularidades sobre la obra del poeta zamorano en la que todos concluyen alabando la madurez, tan temprana, para elaborar sus versos.
Los asistentes disfrutaron de la sapiencia de los ponentes y aprendieron, cómo no, a conocer más al poeta, al que la LUZ fue senda abierta en su trayectoria creadora. Porque la claridad puede venir del cielo, pero también de los destellos que, la misma, incide sobre los rascacielos de Manhatan.
Para terminar y como exquisita guinda, otro zamorano universal, Agustín García Calvo, invitado también y casi obligado, según sus propia palabras, por mor de los buenos amigos que tiene en Zamora y que insistieron en su presencia.
La conferencia de Agustín, "Contra la poesía". Nada menos. Y nada más. Su discurso fue seguido por el auditorio, abarratodado para el momento, curioso y expectante porque quienes conocen a Agustín saben que se va a salir por la tangente porque, fiel a su filosofía, se muestra en contra de lo establecido, del Poder, de quienes lo dirigen, de quienes lo acatan sin rechistar y de la imparable marcha que la sociedad sigue, absurda y pacata, obtusa y "mendicante". Amén.
Aconsejó Agustín: "No escribir poesía, no hacerse poeta, porque la poesía hay que cogerla en el aire, hay que sentirla. Contribuir a romper la fe en el capital establecido". Concluyó diciendo que "la inmortalidad es la muerte".
AMÉN.
2 Comments:
Buenas. Cómo está?
Paso a saludar.
Seguramente estuvo lleno de momentos conmovedores, profundos e interesantes. Cosas así deberían organizarse en más cantidad y con mayor frecuencia, así apartamos la atención de estupideces y nos concentramos en lo esencial de la Vida.
interessante personalidade esta!
poesia sim, que se (re)colha do ar
das pessoas (?) do local, cada vez mais o local é precioso e único!!
e sim,
"la inmortalidad es la muerte", não posso estar mais de acordo!
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