Saturday, February 09, 2008

Luís Quico
























Mi querido Luís:
No sé cuántas veces he escrito de tí y no sé si me repetiré porque siempre me provocas las mismas sorpresas y emociones al contemplar tus obras. Ahora es la Sala de Exposiciones de la Alhóndiga del Pan la que te evoca de nuevo con una muestra de tu imaginación: prolífica y sorprendente, iconoclasta y reverente al mismo tiempo. Y tú, allí, escondido, apartado del mundo que te crispaba hasta enloquecer, hasta hacerte perder los estribos para atarte a una farola, o donde hubera hecho falta. Tú eres así, dandy de bigotito daliniano y clásico de salón, luciendo camisas de chorrereas o estampadas, tocada la cabeza con sombrero coquetón o la melena al viento, brillante.
Luís, amigo. Otra vez, presidiendo la sala tu Gioconda particular, robada del salón de tu casa, con sus cruzadas piernas, como posan las gioncondas actuales en cualquier barra de cualquier bar. Ocurre que tus pinceles estàn en los lugares más insospechados, como tus dedos lo estuvieron para dar el último maquillaje a Sari, tu Sari de la boca anaranjada con forma de corazón,
que te dejó con una maldisimulada sonrisa en tus labios y con el cigarrillo oscilante.
Mi querido amigo Luis. Hoy he vuelto a recorrer con mis ojos tus cuadros, como se recorre siempre aquél camino verde como el de la vieja canción que nos trae recuerdos imborrables,como tú mismo. Te debo una visita y temo, tengo miedo de que no sepas quién soy.
Un beso mi querido amigo.
Concha




2 Comments:

Blogger Luis Amézaga said...

La gioconda cruza las piernas como siempre soñé que lo haría.

3:58 PM  
Blogger Ruela said...

sempre bela

4:39 PM  

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